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PANORAMA DE LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA


 

INTRODUCCIÓN

Este documento presenta una síntesis de estudios empíricos sobre las infracciones del derecho internacional humanitario y de las violaciones de los derechos humanos cometidas por los grupos de autodefensa en el curso del conflicto armado, y los esfuerzos del Estado colombiano para enfrentarlos. Su propósito es el de aportar algunos elementos que enriquezcan la percepción del gobierno colombiano en relación con estos protagonistas de graves infracciones del derecho internacional humanitario. 

Los orígenes de los actuales grupos de autodefensa se remontan a los primeros años de la década de 1980, cuando las organizaciones de narcotraficantes promovieron y financiaron las autodefensas del Magdalena Medio. El modelo desarrollado entonces en esta región pronto comenzó a exportarse a otros lugares del país, entre ellos Urabá y Córdoba. Con la muerte de los principales narcotraficantes se produjeron fisuras y divisiones en el interior de estas organizaciones, pero paulatinamente se definieron nuevos mandos y adquirieron nuevo impulso. A mediados de la década de los noventa los grupos de autodefensa se organizaron en dos grandes bloques con una coordinación centralizada de los líderes regionales. Para contrarrestar a la subversión se conformaron las "Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá", ACCU, bajo el mando de los hermanos Fidel y Carlos Castaño. De distintos orígenes, recogiendo múltiples organizaciones locales financiadas por el narcotráfico y por muy variados grupos locales, se formaron las "Autodefensas Unidas de Colombia", AUC. En un proceso de expansión territorial, en los últimos años los dos bloques se han expandido a muchas zonas del país, entre las que se destacan los departamentos de la costa norte, Meta, Casanare, Putumayo y Valle del Cauca. Estas estructuras han crecido considerablemente al amparo del narcotráfico y de una gran diversidad de intereses privados. De acuerdo con la información del Ministerio de Defensa, pasaron de 850 miembros en 1992 a 8.150 en el presente, usualmente enrolados como mercenarios1.

La información estadística histórica sobre el orígen y comportamiento de los grupos de autodefensa permite afirmar su naturaleza privada y autónoma del Estado. Su expansión y crecimiento están indisolublemente asociados al narcotráfico, que sin duda le ha proporcionado su fuerza y dinámica, pero también a los intereses de una amplia gama de sectores de propietarios rurales, comerciantes, empresarios y capas medias de la sociedad. No sólo han diversificado sus fuentes de financiamiento acudiendo a estos sectores, sino que han buscado ampliar y diversificar sus bases de apoyo con mensajes y hechos políticos dirigidos a potenciales víctimas de las guerrillas. Su empeño en presentarse como una fuerza nacional con un mando único es una estrategia para mostrarse como una organización política. Aunque en determinadas regiones han contenido la acción de los grupos subversivos, en sus objetivos, estructura y actividades se encuentran otros elementos relacionados con el narcotráfico y con intereses privados que impulsan su expansión y desarrollo. Las redes de apoyo social en algunas regiones como reacción y, o contraposición a la influencia subversiva, son un factor de fortalecimiento de las autodefensas.

Las acciones de estos grupos ilegales han alcanzado diversos sectores sociales, políticos y académicos. De la misma manera sus acciones se han dirigido contra el Estado y, en especial, contra sus funcionarios y las estructuras gubernamentales que tienen por finalidad la investigación y sanción de los responsables de haber cometido o dado la orden de cometer infracciones a la normativa humanitaria. De manera que uno de los sectores que más ha sufrido es el judicial, pues las autodefensas buscan por todos los medios evitar que sus actividades ilícitas se vean sometidas a investigación. Es cierto, no obstante, que algunos agentes estatales han tenido una actitud complaciente y aún cómplice con estas organizaciones, lo cual es objeto de investigación por parte de las autoridades competentes. Sin embargo, es claro que estos comportamientos no responden a directivas de los altos niveles del Estado, sino que son inducidos por fuerzas sociales locales, o están asociados a hechos de corrupción o a convicciones personales.


1 Ministerio de Defensa. "Los Grupos Ilegales de 
autodefensa en Colombia,"Diciembre de 2000.

 

COMPOSICIÓN DE LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA
1986 OCTUBRE 2000
1986
93
1987
650
1989
1500
1990
1800
1991
1150
1992
850
1993
1200
1994
2150
1995
2800
1996
3400
1997
3800
1998
4500
1999
5915
2000
8150
Fuente: Ejército Nacional, tomado de Ministerio de Defensa, "Los Grupos ilegales de Autodefensa en Colombia," Diciembre de 2000.

 
 
CRECIMIENTO DE LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA
Y CRECIMIENTO DE LAS ÁREAS DE CULTIVOS ILÍCITOS
 
1996
1997
1998
1999
Cultivos ilícitos, en hectáreas cultivadas 
80.000
100.000
120.000
130.000
Composición de las autodefensas 
3400
3800
4500
5915 
*Cifras aproximadas
Fuente: Ministerio de Defensa, "Los Grupos ilegales de Autodefensa en Colombia, Noviembre de 2000.

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