Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos surgen de los
esfuerzos de grupos sociales por incidir en la dinámica de la gestión
pública mediante propuestas y acciones de control, acompañamiento
y defensa de los derechos fundamentales. Las ONG, como manifestaciones
plurales de la sociedad civil, han desempeñado trascendental papel
en el mundo contemporáneo. Se han convertido en actor central en
la discusión pública de temáticas como el medio ambiente,
los derechos civiles, los derechos de la mujer y los derechos humanos.
Su influencia ha sido tal que desde la década de 1960 las Naciones
Unidas ha concedido a centenares de ellas status consultivo.
En Colombia
decenas de ONG trabajan y ejercen influencia en variados sectores. En
las actuales circunstancias del país, su presencia se ha hecho
más común y extendida. En medio del conflicto, forman verdaderas
cadenas de ciudadanos y de grupos que contribuyen a la superación
de la crisis.
La vida, la libertad, la tolerancia y la esperanza se hallan en el centro
de su filosofía. Sus iniciativas diversas, promueven una gran gama
de distintos intereses colectivos. Hay iniciativas por la paz, como la
de Mogotes o NASA de los Indígenas del Cauca, galardonadas con
el Premio Nacional de Paz. Corpoversalles del Valle del Cauca y el Centro
de Atención de Viudas y Huérfanos de Apartadó fueron
premiadas por la Fundación Alejandro Angel Escobar. Varias ONG
han ganado reconocimiento en el exterior, como la Asociación de
Campesinos del Carare, Cedavida, la Organización Femenina Popular
y el Programa de Desarrollo del Magdalena Medio. Surgen en la actual coyuntura
nuevas iniciativas, como el Convenio del Buen Trato, la Fundación
Esperanza, la Fundación Dos Mundos, Lazos, el Mandato Ciudadano
por la Paz, Redepaz, Idepaz entre otras, para trabajar sobre temas concretos
de la agenda nacional, entre ellos la violencia, la protección
a sectores de la población afectados por violaciones de los derechos
humanos, la defensa de los derechos de las mujeres, los niños,
los indígenas, los periodistas, la población afrocolombiana,
o temas como la desaparición forzada, el tráfico de personas,
las minas antipersonales, el DIH, las regiones, y la preparación
de las condiciones para la superación del conflicto.
El trabajo de las ONG especializadas en la defensa de los derechos humanos
en Colombia ha adquirido dimensiones nacionales y aun internacionales.
La Comisión Colombiana de Juristas, con status consultivo ante
la ONU, el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos,
el CINEP, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos,
ASFADDES, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento,
CODHES, la Corporación Minga, el Comité de Solidaridad con
los Presos Políticos, el Colectivo de Abogados José Alvear
Restrepo, la Fundación Social, Reiniciar, Progresar, son organizaciones
consolidadas. Las ONG de derechos humanos han sido interlocutoras de los
distintos gobiernos, han advertido en muchas ocasiones las dificultades
que se presentan en cuanto al disfrute de los derechos fundamentales,
son gestoras indiscutibles de los proyectos de promoción y garantía
de los mismos, y su papel ha sido central en la denuncia de las violaciones
de tales derechos. Además, participan en actividades de prevención,
y en la protección y atención de las víctimas.
Trabajan concertadamente con el gobierno en muchos de los espacios y tareas
de la política gubernamental de Promoción, Respeto y Garantía
de los Derechos Humanos y Aplicación del DIH. Intervinieron en
su diseño , y ahora en su vigilancia y desarrollo. Las ONG participan
en distintas instancias como las comisiones sobre pueblos indígenas,
sobre búsqueda de personas, sobre defensa de los derechos de los
trabajadores, y sobre protección de periodistas, entre otras. Las
labores conjuntas de las ONG y el gobierno, muchas veces dispendiosas,
han sido decisivas en muchas iniciativas legislativas nacionales, como
la Ley de Desaparición Forzada, e internacionales, como la creación
de la Corte Penal Internacional. En los procesos de denuncia sobre violaciones
y en el acompañamiento y atención en situaciones concretas,
mantienen un diálogo permanente tanto con el gobierno como con
otros interlocutores internacionales. La mirada conjunta sobre la grave
situación colombiana se realiza entre las ONG y el gobierno por
intermedio del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
y DIH. El espacio Perfiles, en este Boletín, muestra cómo
existen importantes puntos de coincidencia.
El Estado colombiano está convencido de la necesidad de contar
con su acompañamiento. Para el gobierno, los grupos de defensores
de los derechos humanos son interlocutores legítimos. Su reconocimiento,
así como la defensa y protección que el gobierno se ha comprometido
a prestar a las ONG de derechos humanos y sus integrantes, tomaron forma
concreta en la directiva presidencial 007 de 1999 y en el Programa de
Protección de Defensores de los Derechos Humanos.
Muchas organizaciones del ámbito internacional prestan invaluable
servicio a Colombia al ejercer vigilancia, denunciar y seguir casos, presentar
propuestas y contribuir a la búsqueda de soluciones en cuanto las
violaciones de los derechos humanos y las infracciones del DIH. Amnistía
Internacional, International Alert, Lawyers Committee, WOLA, la Comisión
Andina de Juristas, CEJIL, Pax Christi, Diakonia y Human Rigths Watch,
son algunos ejemplos de organizaciones cuya intervención ha contribuido
a dar impulso a investigaciones de casos en las instancias judiciales
nacionales y en los escenarios internacionales.
De especial importancia en el concierto entre lo internacional y nacional
en cuanto a la protección de los derechos humanos es la labor de
las organizaciones de asistencia humanitaria que traspasan los limites
de las naciones, como el Comité Internacional de la Cruz Roja,
las Brigadas de Paz, Médicos Sin Fronteras, Medicos del Mundo,
Save the Children y el Comité Noruego de Refugiados, entre otras.
Muchas de ellas trabajan actualmente en Colombia. Se han agrupado en una
asociación llamada DIAL, Dialogue International. Sus labores han
permitido atender, proteger y auxiliar a las víctimas del conflicto,
en colaboración con los estamentos colombianos. El gobierno nacional
ha convocado a las organizaciones humanitarias a trabajar conjuntamente,
respetando la autonomía e independencia de cada una de ellas.
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