Aun cuando la variedad de cifras, conceptos y fuentes, hace difícil formarse una idea precisa de la situación humanitaria en Colombia, con referencia al derecho fundamental a la vida, el análisis del homicidio permite tener una visión realista de su gravedad. El homicidio es un indicador de primera mano sobre la muerte violenta en Colombia.
Durante 1998 se cometieron, según la Policía Nacional, 23.096 homicidios en Colombia, de los cuales el 9% corresponde a homicidios agravados y a homicidios con fines terroristas. Según el análisis del centro Paz Pública de la Universidad de los Andes, gran proporción de los homicidios suceden con intencionalidad y, a pesar de la concentración del fenómeno en las ciudades, los índices de homicidios son más altos en áreas rurales.
Los menores, como
grupo de población, representan el 8% de los muertos en homicidios.
El número de asesinatos de menores en el país registrado
por la Policía Nacional en 1998 fue de 1738, un promedio de 5 casos
diarios. Enfrentamientos entre pandillas, entre bandas delicuenciales,
entre grupos ilegales de autodefensas y guerrilla son los móviles
preponderantes del homicidio de jóvenes en las ciudades entre los
15 y los 18 años. De acuerdo con datos de la Defensoría
del Pueblo, los menores son las principales víctimas de la violencia
dentro del conflicto armado, como lo muestran los casos de muerte y mutilación
por la acción de artefactos explosivos.
En cuanto a otros atentados contra los Derechos Humanos fundamentales, como son aquellos contra la libertad personal, los datos de la Policía Nacional señalan que, de acuerdo con el número de denuncias, el secuestro es el delito más frecuente, seguido por las amenazas y las torturas. Las diversas fuentes de información que tratan el secuestro, el Programa Presidencial de la Libertad Personal y el Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía Nacional, señalan al ELN como el principal autor de los secuestros ocurridos este año. |