La
vida y la libertad de los protagonistas de los procesos electorales vienen
siendo afectadas por más de una década. Durante la campaña
presidencial de 1990 fueron asesinados tres candidatos presidenciales,
Luis Carlos Galán Sarmiento, del partido Liberal, Bernardo Jaramillo
Ossa de la Unión Patriótica y Carlos Pizarro del M-19, organización
que había surgido de la desmovilización del grupo guerrillero
del mismo nombre. A esto se agrega el asesinato de otros dos ex candidatos
presidenciales en periodos no electorales: en 1987 de Jaime Pardo Leal
de la Unión Patriótica y en 1997 de Alvaro Gómez
Hurtado, candidato en varias ocasiones por sectores del Partido Conservador,
y quien fuera objeto de secuestro político. El reciente secuestro
de la candidata presidencial Ingrid Betancourt, los fallidos atentados
contra Alvaro Uribe Vélez y Luis Eduardo Garzón y la obstaculización
de la marcha hacia la zona de distensión a la campaña de
Horacio Serpa reflejan el grado de dificultad en la actual coyuntura.
Homicidios
y Secuestros de Parlamentarios
1998-2002, Congresistas asesinados
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Fecha |
Nombre |
Cargo |
Autor |
09 14 1998 |
Jorge
González Noreña |
Representante,
Antioquia |
Desconocidos |
06
30 1999 |
José
Arnoldo Parra |
Representante,
Valle |
Desconocidos |
12
29 2000 |
Diego
Turbay Cote |
Representante,
Caquetá |
Farc |
09
06 2001 |
Jairo
Enrique Rojas |
Representante,
C/marca |
Auc |
10
02 2001 |
Octavio
Sarmiento Bohórquez |
Representante,
Arauca |
Auc |
10
08 2001 |
Luis
Alfredo Colmenares |
Representante,
Arauca |
Auc |
03
02 2002 |
Martha
Catalina Daniels |
Senadora |
Farc |
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Fuente:
Ministerio del Interior, Observatorio de seguimiento del proceso
electoral.
|
A
finales de los años 80, la situación fue de especial gravedad
para los dirigentes e integrantes de la Unión Patriótica
y del Partido Comunista Colombiano. No menos de 1.500 miembros o simpatizantes
de estos dos partidos fueron asesinados. Además decenas de militantes
del Movimiento Esperanza Paz y Libertad (EPL) fueron asesinados o amenazados
después de su desmovilización como grupo guerrillero a comienzos
de la década de 1990.
En lo corrido del presente proceso electoral los ataques a la vida y la
libertad han afectado especialmente al Congreso de la República.
Los datos recogidos por el Observatorio de Seguimiento del Proceso Electoral
del Ministerio del Interior muestran 28 casos de ataques a miembros, ex
miembros y candidatos al Congreso de la República. Los miembros
del actual Congreso han sido objeto de secuestro con fines políticos
y extorsivos. Durante los últimos cuatro años, las FARC,
el ELN , el EPL y las AUC han secuestrado a 21 congresistas.
LA
VIDA Y LA LIBERTAD EN EL PROCESO ELECTORAL
Homicidios y secuestros de candidatos, miembros
y ex miembros del Congreso,
alcaldías y concejos (2001 y 2002)
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Fuente:
Ministerio del Interior, Observatorio de seguimiento del proceso
electoral.
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DEPARTAMENTO/MUNICIPIO
Número de casos
|
Antioquia |
Abejorral 1 |
Apartadó 1 |
Cocorná 1 |
Dabeiba 2 |
Granada 2 |
Ituango 1 |
La Estrella 1 |
La Unión 2 |
Medellín 1 |
Rionegro 1 |
Salgar 1 |
San Francisco 2 |
Sonsón 1 |
Arauca |
Arauca 2 |
Fortul 1 |
Tame 1 |
Atlántico |
Barranquilla 2 |
Bolívar |
Cartagena 1 |
Tiquisio 1 |
Cerinza 1 |
Caldas |
Aguadas 1 |
Marquetalia 1 |
Riosucio 1 |
Samaná 1 |
Supía 1 |
Caquetá |
Cartagena del Chairá 1 |
Florencia 2 |
Puerto Rico 2 |
Casanare |
Aguazul 1 |
Pore 1 |
Cauca |
Bolívar 1 |
Mercaderes 1 |
Miranda 1 |
Cesar |
Aguachica 1 |
Becerril 2 |
Bosconia 1 |
El Paso 1 |
Gamarra 1 |
Manaure 1 |
Pailitas 2 |
Chocó |
El Cantón de Sn. Pablo 1 |
Juradó 1 |
San Fco. de Quibdó 2 |
San José del Palmar 1 |
Córdoba |
Montelíbano 1 |
San Andrés Sotavento 1 |
San Bdo. del Viento 1 |
San Carlos 1 |
Cundinamarca |
Beltrán 1 |
Guayabal de Síquima 1 |
Gutiérrez 1 |
Machetá 1 |
Quetame 1 |
Ubaté 1 |
Bogotá, D.C. 3 |
|
Huila |
Campoalegre 1 |
Gigante 1 |
Hobo 1 |
Pitalito 1 |
Suaza 2 |
Magdalena |
Ciénaga 1 |
El Banco 1 |
Fundación 1 |
Santa Marta 4 |
Zona Bananera 1 |
Meta |
Cumaral 1 |
Fuente de Oro 3 |
Mapiripán 1 |
Puerto López 6 |
San Carlos de Guaroa 1 |
Villavicencio 2 |
Nariño |
Barbacoas 1 |
Funes 1 |
Ipiales 2 |
Pasto 2 |
Samaniego 1 |
Santa Bárbara 2 |
Norte Santander |
Convención 1 |
Cúcuta 2 |
El Zulia 1 |
Gramalote 1 |
Hacari 1 |
Herran 1 |
Ocaña 2 |
Santiago 1 |
Tibú 1 |
Putumayo |
Puerto Asís 1 |
Risaralda |
Mistrato 1 |
Pueblo Rico 1 |
Santander |
El Peñón 1 |
El Playón 1 |
Málaga 1 |
Mogotes 1 |
Puente Naciona 1 |
Sucre 1 |
Zapatoca 1 |
Sucre |
San Onofre 1 |
Tolima |
Armero 1 |
Espinal 1 |
Falan 1 |
Fresno 2 |
Villahermosa 1 |
Valle |
Alcalá 1 |
Jamundí 1 |
Restrepo 1 |
Roldanillo 1 |
Tuluá 1 |
|
Entre
1988 y 2001 fueron asesinados 1.798 funcionarios electorales, dirigentes,
militantes, activistas políticos y funcionarios electorales, de
acuerdo a cifras del DAS. Esto incluye los homicidios de cuatro candidatos
presidenciales, once aspirantes a escaños en el Congreso de la
República, 72 candidatos a alcaldías y 92 candidatos a concejos
municipales. A las guerrillas les cabe gran responsabilidad de las muertes
y secuestros de los dirigentes políticos. Las FARC han sido responsables
de las muertes de dirigentes nacionales mientras que el ELN ha utilizado
más el secuestro. En relación a los candidatos y a las autoridades
locales ambos grupos insurgentes y en especial el ELN han sido autores
de buena parte de los homicidios registrados. Las FARC arreciaron sus
ataques a los protagonistas políticos en 1993, un año pre-electoral,
en el que cometieron el 22% de los homicidios contra dirigentes políticos
de todos los niveles. En 1996, fueron responsables del 40% de los mismos.
En periodos más recientes, las acciones de este tipo por parte
de las FARC han sobrepasado a las cometidas por el ELN.
De igual manera una parte importante de estos ataques a dirigentes y políticos,
muchos relacionados con los procesos electorales y con algunas diferencias
históricas, es atribuida a grupos de autodefensas y desconocidos,
como se concluye de las cifras, a pesar de la gran dificultad con las
categorías e identificación de autores de dichas acciones.
La mayor responsabilidad de las autodefensas y de desconocidos en estos
delitos corresponde a la época de auge de los carteles de la droga
y más recientemente al periodo de consolidación de los grupos
de autodefensas.
Durante el actual proceso electoral se han visto afectados por violencia
los candidatos al congreso y a la presidencia, y también los alcaldes,
concejales, gobernadores, diputados y miembros de juntas de acción
comunal. Así mismo sus familiares han sido objeto de acciones violentas
por parte de los actores armados. El Observatorio de Seguimiento Electoral
del Ministerio del Interior ha registrado 138 casos contra alcaldes, candidatos,
integrantes y ex integrantes de las distintas corporaciones públicas.
Desde el 1 de enero de 2001 hasta el 24 de febrero del 2002 se han registrado
47 muertos y 53 secuestrados, además de las amenazas a candidatos
y dirigentes políticos. Los datos de la Asociación de Municipios
contabilizan nueve alcaldes muertos y once secuestrados y otros 13 ex
alcaldes muertos entre 2001 y el 20 de febrero de 2002.
A estas dificultades se agregan las de la intimidación de candidatos
y electores afectando los derechos humanos fundamentales y políticos
en el actual proceso electoral. Según algunas fuentes consultadas,
los grupos armados al margen de la ley han venido presionando a los electores
e impidiendo a la fuerza actos de las campañas políticas.
Ante esas circunstancias, la plaza pública como arena de campaña
debió sustituirse por los medios de comunicación. Algunos
candidatos al Congreso de la República han tenido que compartir
visitas y escenarios de campaña con sus rivales políticos
por motivos de seguridad.
La dificultad en la realización de comicios locales en muchos sitios
de Colombia por presiones de los grupos armados ilegales, fue especialmente
notoria en las elecciones locales de 1997, cuando debieron aplazarse las
elecciones en 43 sitios del país. La intimidación electoral
por la guerrilla en 110 municipios en 1997, reflejada en el secuestro,
muerte o renuncia de varios candidatos, así como los 19 candidatos
a las alcaldías y 15 a los concejos asesinados y los 264 municipios
afectados por la violencia en las elecciones regionales y locales del
2000, son otras muestras de la fragilidad de los derechos humanos en los
procesos electorales como consecuencia del enfrentamiento armado. A este
panorama debe agregarse también la afectación de los derechos
políticos, con consecuencias sobre la participación y el
pluralismo político al verse coartada la realización de
elecciones libres, en medio del temor de los votantes causado por el conflicto
armado.
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